La ciberseguridad como eje de la transformación digital

La ciberseguridad es, desde hace ya muchos años, un elemento troncal dentro del desafío socioeconómico que supone la digitalización de todos los países. Dejó de ser, tiempo atrás, una cuestión de futuro para ocupar su papel determinante en el presente, convirtiéndose poco a poco en uno de los temas más relevantes de la agenda global. Y lo es por varios motivos, pero principalmente, por el impacto que tiene en el correcto desarrollo de la transformación digital y en la vida diaria de todos, tanto a nivel personal como profesional.

Sin duda, la digitalización ha avanzado a ritmos exponenciales durante la pandemia. El camino ya estaba iniciado, pero el viento sopló a su favor durante ésta última etapa. Antes de este elemento disruptivo, el Foro Económico Mundial ya señalaba que para 2022 el 55% del Producto Interior Bruto (PIB) global estaría relacionado con lo digital. No disponemos de una actualización de esta cifra, pero no parece extraño que esta predicción pueda cumplirse sin problemas tras la situación vivida. En el último año hemos trabajado, estudiado, comprado, y nos hemos relacionado más a través de internet. Y esta tendencia digital ha venido para quedarse.

Pero todo avance conlleva riesgos además de mejoras. Así, el incremento de lo digital supone también una oportunidad para el ciberdelito, para los incidentes y para las vulnerabilidades. En este sentido, nuestro Centro de Respuesta a Incidentes Cibernéticos, INCIBE-CERT, gestionó el año pasado un 24% más de incidentes que el año anterior, superando los 133.000.

En este contexto, hace poco más de un año, se presentó la Agenda España Digital 2025, un cuaderno de bitácora para la transformación digital del país, que establecía 10 pilares estratégicos de los que la ciberseguridad era uno de ellos. Para desarrollarlo, INCIBE ha puesto en marcha un nuevo Plan Estratégico, con tres ejes, que guiarán nuestro trabajo en los próximos años. El primer eje se centra en el fortalecimiento de las capacidades de ciberseguridad de la ciudadanía y de las empresas. En segundo lugar, se impulsará al ecosistema de ciberseguridad español a través del desarrollo de la industria, desde el emprendimiento, la internacionalización y el apoyo a la I+D+i. El tercer eje estratégico es el impulso de España como nodo internacional en seguridad digital para reforzar nuestro posicionamiento, especialmente en el ámbito europeo. En este sentido, quiero celebrar que España alcanzó el cuarto puesto a nivel mundial en el Índice Global de Ciberseguridad elaborado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Y el segundo lugar a nivel europeo, sólo superada por Estonia. Esto es, sin duda, otro indicador del compromiso de nuestro país con la ciberseguridad.

Más allá de estos formidables retos que estamos abordando, desde INCIBE existe un compromiso permanente con la ciudadanía y las empresas, materializado en iniciativas recientes como la Línea de Ayuda en Ciberseguridad, que es un servicio nacional, gratuito y confidencial que INCIBE pone a disposición de los usuarios de Internet y la tecnología con el objetivo de ayudarles a resolver los problemas de ciberseguridad que puedan surgir en su día a día. El servicio es atendido por un equipo multidisciplinar de expertos, que ofrecen asesoramiento técnico, psicosocial y legal, de 9 de la mañana a 9 de la noche, los 365 días del año, a través del número corto 017, WhatsApp, Telegram y formulario web. 

Nos esperan muchos desafíos en este apasionante camino de la digitalización, pero no olvidemos que todos tenemos un papel relevante en esta andadura. La ciberseguridad empieza en cada uno de nosotros.