La tecnología como un gran facilitador en todos los niveles

Según los teóricos de las generaciones, Avanade debería ser considerada una empresa “Zillennial” (también conocida como Generación Z), partiendo de que fue creada en el año 2000. Probablemente este repaso se nos quede corto, dado que nacimos como una “joint venture” de dos grandes corporaciones como son Accenture y Microsoft. 

Desde ese emblemático año, las cosas han cambiado mucho, esto no es novedad. La contribución social de la tecnología ha sido el motor del cambio en el que seguimos inmersos. Ya se han superado etapas iniciales donde se cubrían las simplificaciones y automatizaciones de procesos, las reducciones de costes, la integración de sistemas para dar paso a transformaciones digitales que favorecen nuevos modelos de negocio. 

La tecnología ha logrado convertirse en un facilitador en todos los niveles, y con la democratización del uso de esta (que era un lujo al alcance de muy pocos en los ochenta y pocos en los noventa) ha hecho que se generen nuevos negocios puramente digitales, que se basan en experiencias también digitales que facilitan la vida y amplían el horizonte de las empresas y las personas.

No es el objeto de esta reflexión hacer un recorrido exhaustivo por tantos y tantos casos, pero probablemente quien mejor ejemplifique que la Tecnología es de por sí una industria es la experiencia de la persona, que consume y disfruta una gran variedad de productos y servicios (conceptos ya difíciles de distinguir), desde los servicios financieros, a los medios de transporte con prometedoras generaciones de coches autónomos y muy prácticos servicios “alrededor”, sin olvidar la gestión de su salud, su bienestar, alimentación y vestido o las relaciones con las instituciones públicas, terminando en la pura relación social de la cual no es necesario explicar mucho más, es nuestro día a día.

En Avanade vemos como nuestros clientes nos solicitan cada vez más colaboración para desarrollar sus negocios en torno a estas experiencias digitales tanto en la parte de personas en entornos colaborativos para mejorar su motivación como en su productividad del día a día y, por supuesto, para sus clientes para interactuar de mejor manera y con una agilidad y facilidad mayor para acceder a la información necesaria. 

Personas, experiencias e innovación. Probablemente los tres elementos más valiosos para que una iniciativa de emprendimiento tecnológico crezca de manera armónica, robusta y genere sus frutos. Al menos, en Avanade es la receta que seguimos. Y esperamos seguir reinventándonos e innovando. Está en nuestra naturaleza. En un momento como el actual donde además el “time to market” y el “time to value” marcan los ritmos en las personas y en los nuevos negocios. Esto sin las nuevas tecnologías no lo hubiéramos ni imaginado.

Y en este trayecto, no podemos más que agradecer que revistas como ComputerWorld hayan acompañado al sector, dando visibilidad y notoriedad a cómo la tecnología juega un papel clave en nuestras vidas, tanto profesionales como personales. El análisis e interpretación de las situaciones realizadas por vuestros expertos han sido claves en algunos momentos para que todos entendiéramos donde estábamos o hacia donde íbamos. Ahora sí, miremos al futuro, juntos y por muchos años más.

¡Felicidades ComputerWorld!