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RRHH
Talento Digital

R-evolución de RR.HH. para una nueva realidad

Eficiencia, productividad y personalización serán la base sobre la que se fundamente el nuevo enfoque de gestión de personas. Todo apunta a que será necesario establecer un modelo híbrido.

Patricia Santoni, directora general de Cegid Meta4 Iberia
Patricia Santoni, directora general de Cegid Meta4 Iberia.

Como proveedores líderes de soluciones tecnológicas para la gestión del capital humano, en los últimos meses, hemos comprobado cómo la función de RR.HH. ha dado un vuelco. Esta área, tradicionalmente centrada en la gestión de tareas administrativas, ha adquirido un papel protagonista debido a los acontecimientos vividos, situándose en el centro de la estrategia de todas las organizaciones. Sin embargo, pensando ya en una nueva etapa, creo que es interesante plantear una reflexión sobre cuál será el futuro de la gestión de personas y cuál será el rol de la tecnología en los próximos meses. 

Tal y como muestra nuestro último informe “Nuevas formas de trabajar, nuevos paradigmas de gestión del talento“, elaborado junto a The Valley Digital School, a pesar de la aceleración digital experimentada  por los efectos de la pandemia, la digitalización en los departamentos de RR.HH. es todavía una asignatura pendiente, ya que tan solo el 33% de las empresas españolas cuentan con un plan definido y unos objetivos marcados para la digitalización de los procesos de RR.HH. 

Si profundizamos sobre el análisis, y para obtener algunas pistas sobre el estado de digitalización de las empresas en España, nuestro estudio muestra que los procesos más digitalizados de RR.HH. son los de Evaluación y Formación (23%) y Nómina (22%), demostrando la importancia crítica de estos procesos para las organizaciones, seguidos de los de Selección (18%), Administración de Personal y Gestión del Tiempo (16%), Compensación y Beneficios (15%). A la cola de la digitalización se quedan la Firma Digital (14%), el Onboarding y Desarrollo de Carreras (12%), la Revisión de Talento y analíticas/cuadros de mando (10%) y en último lugar la gestión de los planes de sucesión (5%).

Por otro lado, en entornos de cambio constante como el actual, se impone la incorporación de nuevas metodologías que permitan trabajar con mayor eficiencia, rapidez, flexibilidad y una mayor orientación al cliente. Sin embargo, los datos de nuestra investigación apuntan que los departamentos de Recursos Humanos todavía no parecen estar abiertos al uso de estas nuevas metodologías y formas de trabajo, con tan sólo un 18% que utiliza metodologías Agile/Lean.

También resulta interesante destacar que las nuevas tecnologías emergentes como la inteligencia artificial o los RPAS, juegan un papel fundamental en la evolución de los procesos de digitalización de las compañías. Según muestran las previsiones de la guía de IDC “Worldwide Future of Work”, es muy significativo comprobar cómo el gasto de tecnología en la transformación del puesto de trabajo ha aumentado más de un 17% con respecto a 2020, con una previsión de inversión en soluciones que permitan una mayor relación y colaboración entre personas y máquinas, que ofrezcan nuevas experiencias a los empleados mejorando las condiciones de tiempo y espacio de la actividad laboral. 

 

Un nuevo enfoque de gestión tecnológica y humana para una era digital

Eficiencia, productividad y personalización serán la base sobre la que se fundamente el nuevo enfoque de gestión de personas. Todo apunta a que será necesario establecer un modelo híbrido con el que las organizaciones deberán conjugar, por una parte, un acceso al trabajo en remoto y la presencia física en las oficinas y por otra la convivencia del modelo on-premise, con el modelo cloud

Para ello, las compañías deberán sustentarse en dos pilares fundamentales: la humanización organizativa, basada en una cultura corporativa que prioriza el bienestar de las personas, y el liderazgo colectivo, focalizado en conseguir resultados a través de la motivación y el compromiso de los equipos con el proyecto y los retos a alcanzar.

Ante el incierto panorama actual, los directores de gestión de personas necesitan más que nunca contar con nuevas herramientas y soluciones tecnológicas que les permitan activar mecanismos analíticos y predictivos para, por ejemplo, poder dimensionar sus plantillas, acertar con la selección de sus candidatos o mejorar la experiencia laboral de sus empleados, entre otras cuestiones críticas. A diferencia de las herramientas más tradicionales, la nueva generación de soluciones de analítica guiada o “Guided Analytics” permiten a los profesionales de RR.HH. explotar la información de sus organizaciones y profesionales de manera inmediata, para obtener las mejores respuestas de forma similar al principio utilizado por los asistentes de Google, Alexa, etc. basados en “hazme la pregunta y te ofrezco la respuesta”. 

La pandemia nos ha demostrado que reducir el tiempo dedicado a tareas administrativas de contratación, presupuestos, control, pago de impuestos, nóminas, seguros sociales, etc. es clave para que los profesionales de Recursos Humanos puedan desplegar nuevas políticas y herramientas más orientadas al actual contexto. En definitiva, una gestión completa del talento, que abarque desde la gestión de los procesos de selección e incorporación de los nuevos perfiles profesionales, hasta el diseño de los planes formativos, desarrollo y sucesión para los profesionales que ya forman parte de la organización.

Otro aspecto que cobrará una especial importancia en los últimos meses es la gestión de la diversidad en las organizaciones, sustentada con la implantación de soluciones tecnológicas que permitan a los empleados conocer y sentirse partícipes de los valores y cultura corporativa. Esto será posible a través de la creación de nuevos canales y herramientas que doten a la organización de una comunicación fluida, tanto a nivel horizontal como vertical, y que proporcionen a los empleados un acceso directo a toda la información y la obtención de un feedback constante. 

Por último, me gustaría destacar la necesidad de apostar por la flexibilidad como la mejor fórmula a la hora de gestionar personas, ya que sin flexibilidad es imposible plantearnos organizaciones líquidas y “elásticas” para hacer frente a los retos que nos plantea el futuro.